Con la temporada de gripe acercándose rápidamente y la continua amenaza del COVID-19, ¡ahora es el momento de reforzar su sistema inmunológico! La mayoría de nosotros hemos adoptado algunos de los hábitos más beneficiosos para protegernos a nosotros mismos y a los demás, incluido lavarse las manos con frecuencia, usar mascarillas y limpiar las superficies. Estas prácticas son un excelente punto de partida, pero se puede hacer más para protegernos mejorando nuestro sistema inmunológico.
Dormir: Hay muchas razones por las que dormir entre 7 y 9 horas es importante para una salud óptima. Es importante para el sistema inmunológico porque la melatonina se produce cuando dormimos. La melatonina ayuda a estimular la producción de células asesinas naturales que desempeñan un papel vital en nuestra respuesta inmune. La luz azul de los teléfonos, computadoras y televisores limita la producción de melatonina. Limitar el tiempo frente a la pantalla antes de acostarse ayudará a mejorar el sueño y su sistema inmunológico.
Ejercicio: Un sistema inmunológico fuerte depende de un buen transporte y comunicación en todo el cuerpo. El movimiento de la sangre y la linfa (un líquido que contiene glóbulos blancos) son componentes clave del sistema de defensa de nuestro cuerpo. El corazón es responsable del flujo sanguíneo y el ejercicio aumenta el flujo sanguíneo en todo el cuerpo. El ejercicio es especialmente importante para el movimiento de la linfa porque la linfa depende del movimiento para ser transportada eficazmente por todo el cuerpo. Además, los opioides liberados cuando hacemos ejercicio mejoran el sistema inmunológico. Si bien el ejercicio produce oxidantes (moléculas que reaccionan con otras moléculas que causan enfermedades e inflamación), el ejercicio también produce una gran cantidad de antioxidantes que son extremadamente beneficiosos para nuestro sistema inmunológico. Es importante encontrar la cantidad adecuada de ejercicio que funcione para usted. Deberías sentirte lleno de energía después de hacer ejercicio. Una caminata de 20 a 30 minutos en la naturaleza es un excelente lugar para comenzar si eres nuevo en el ejercicio.
Nutrición: 90% de nuestro sistema inmunológico se encuentra alrededor de nuestro tracto digestivo. Puede mejorar su inmunidad o reducirla dependiendo de los alimentos que ingiera. Comer una variedad de frutas y verduras mejora su capacidad para combatir infecciones. Por el contrario, el azúcar, los alimentos con alto contenido de grasas hidrogenadas (frituras, bocadillos envasados, margarina) y la comida rápida debilitan el sistema inmunológico. Una buena regla general es considerar cómo se siente después de comer. Evite las comidas que le hagan sentir cansado. Deberías sentirte lleno de energía.
Hidratación: Una buena hidratación es importante para el sistema inmunológico porque queremos que tanto la linfa como la sangre puedan fluir fácilmente. La deshidratación aumentará la viscosidad de estos líquidos y reducirá su capacidad para transportar células por todo el cuerpo que son importantes para combatir las infecciones. Un buen objetivo es beber la mitad de su peso corporal en onzas de agua. Por ejemplo, si pesa 150 libras, beba 75 onzas de agua al día. Minimizar el consumo de alcohol y café ya que provocan deshidratación.
El Dr. Terry Gebhardt es fisioterapeuta e hipnoterapeuta especializado en optimizar la salud.