Investigaciones recientes muestran que es posible que la cirugía no sea necesaria con tanta frecuencia como pensamos. Una revisión extensa estima que entre 10% y 20% de cirugías podrían ser innecesarias y que en algunas especialidades como cardiología y ortopedia, ese número podría ser mayor. Las razones por las que se realizan tantas cirugías innecesarias son variadas, pero las más comunes son que no se prueban primero opciones más conservadoras o la falta de conocimiento por parte del médico operador.
Los médicos se someten a largos y rigurosos programas de formación para convertirse en cirujanos, pero si no trabajan duro para seguir aprendiendo, sus conocimientos a menudo dejan de crecer cuando dejan la residencia. Investigaciones recientes muestran que ciertas cirugías comunes no son mejores que un placebo. Dos de estos ejemplos son la cifoplastia, un procedimiento para fracturas por compresión de la columna, y la meniscectomía parcial, un procedimiento utilizado para tratar los desgarros del menisco de la rodilla. Si un cirujano no ha seguido aprendiendo, no sabrá que estas cirugías a menudo no ofrecen más beneficios que un tratamiento no quirúrgico y seguirá realizándolas.
Toda cirugía, incluso las “menores”, conlleva riesgos. Estos incluyen complicaciones de la anestesia, coágulos de sangre después de la cirugía, retraso en la curación de la incisión, infección y daño involuntario a los nervios u otros órganos cercanos al sitio quirúrgico. Algunos de estos riesgos causan molestias durante un período después de la cirugía y desaparecen, pero otros pueden provocar una discapacidad permanente o incluso la muerte. Para algunos pacientes y afecciones, la cirugía es una excelente opción de tratamiento, pero con todos los riesgos asociados, cuando se puede evitar la cirugía, debe evitarse.
Para problemas musculoesqueléticos como dolor de espalda y articulaciones, esguinces y distensiones, consultar a su fisioterapeuta antes que un cirujano puede ayudarlo a mantenerse fuera del quirófano y volver a la vida sin cirugía. Los estudios han demostrado que la fisioterapia es tan buena, si no mejor, que la cirugía para una multitud de afecciones y conlleva menos riesgos. Algunos ejemplos incluirían desgarros del manguito rotador, desgarros de meniscos, estenosis espinal, dolor lumbar y osteoartritis.
La fisioterapia no puede solucionar todos los problemas y, para algunos pacientes, la cirugía es la mejor opción. Sin embargo, las investigaciones muestran que la cirugía no es una panacea y, a veces, es simplemente un placebo muy costoso y riesgoso. En la mayoría de los casos, comenzar con fisioterapia es la opción correcta y, para muchos pacientes, la fisioterapia es el único tratamiento necesario.
Para obtener más información sobre cómo un fisioterapeuta puede ayudarle, consulte Colorado in Motion aquí en el norte de Colorado. Contamos con varias oficinas para atenderle, incluidas Fort Collins, Windsor y Greeley. Para obtener ayuda con cualquiera de las condiciones mencionadas aquí, u otras que puedan aliviarse mediante técnicas comprobadas de fisioterapia, ¡Programe una cita con Colorado In Motion!